Celebran a San Juan Bautista en Tónachi. Pocos Ralámuli siguen esa tradición
Local 24 de Junio de 2024En la comunidad de Tónachi, Municipio de Guachochi, la señora Elba Ramos, quien recientemente entregó el cargo como gobernadora indígena, continúa siendo una de las principales impulsoras de las celebraciones tradicionales, como la de San Juan Bautista, que desde el domingo 23 y lunes 24 de junio, congrega a miembros de la comunidad y sus contiguas rancherías, para danzar por una principal razón: pedir por la lluvia ante el creador a quien los Rarámuri llaman Onorúame.
En entrevista para XETAR, Elba lamenta que cada vez son menos los jóvenes quienes se interesan por preservar las importantes ceremonias, la cultura en general e incluso la práctica de la lengua materna. Al respecto explicó que son principalmente las personas mayores quienes siguen realizando las celebraciones y que en esta ocasión, se realizaron desde el domingo procesiones desde la iglesia, una de las misiones más antiguas en esta zona de la Sierra Tarahumara, hasta las majestuosas aguas de la cascada del Salto.
Son sólo dos los músicos de la comunidad que al son del violín y guitarra, acompañan al wuikaraáme o cantador en el yúmare o ritual de canto gutural que se hace ante la cruz colocada al centro del patio del templo; una persona adulta mayor. Son más las mujeres que danzan la música matachín, pero son pocas las que al final asisten a participar de la fiesta, en la que se aprovecha no sólo para pedir por la tan necesaria lluvia, sino también para pedir perdón por los malos actos cometidos.
A la par de que se va perdiendo la tradición, lamenta doña Elba, los jóvenes sólo se acercan al área de la iglesia, por estar cerca de la presidencia seccional, en donde se ha colocado una antena para dotar de señal de internet wifi a la comunidad. Sin embargo ella, poco puede hacer, debido a que fue obligada por mestizos para dejar recientemente el cargo como autoridad tradicional, pese a que la propia comunidad no estaba de acuerdo en que se impusiera sí a alguien indígena, pero decidido por personas fuera del entorno. “Quizá por eso ya no se junta la gente también”, supone la ex gobernadora.
En las rancherías hay mayor número de jóvenes, pero ya en el centro de la comunidad sólo quedan personas mayores y son ellas quienes buscan seguir con la tradición de hacer el yúmare y cualquier otra celebración tradicional. Muchos de esos jóvenes se casan pronto o se envician, pero otros tantos se educan y salen adelante pero se van fuera de la comunidad a la ciudad; participando sólo en las fiestas importantes como la de Semana Santa.
Doña Elba, aprovechó la entrevista para enviar un mensaje a las juventudes indígenas, pidiéndoles que no les de pena el participar en todas las ceremonias, fiestas y danzas; porque no sólo se ve bonito el pueblo cuando todos se incluyen, sino que es importante que esa tradición continúe a través de ellos y ellas, que pronto serán quienes se encarguen de realizarlas. Dejar atrás los desacuerdos y hacer comunidad, pues desde la familia se debe seguir enseñando y practicando las ceremonias Ralámuli de la Sierra Tarahumara.