Es Javier Alejandro ejemplo de perseverancia para alcanzar sus sueños
Local 08 de Marzo de 2024La perseverancia es una cualidad que distingue a Javier Alejandro Acosta Peña, un joven de 23 años que vive con síndrome de Asperger y que desde temprana edad, ha enfrentado sus desafíos con determinación para alcanzar sus sueños.
A la edad de siete años sufrió la pérdida de su madre y desde entonces, su padre y su abuela materna se encargaron de su cuidado.
En su afán por aprender nuevas habilidades y socializar con personas distintas a las de su círculo familiar, Javier Alejandro, a quien le agrada le apoden “Vaquero” debido al gusto que tiene por el uso de gorras, botas y sombrero, desde hace seis años acude a la Escuela de Artes y Oficios.
Narra que al principio le costó trabajo salir adelante, ya que su padecimiento le complica la interacción social, así como la comunicación verbal y no verbal. Con el paso del tiempo obtuvo avances importantes que lo hicieron una persona funcional, activa e independiente, además mejoró su lenguaje.
Como alumno de la Escuela de Artes y Oficios ha tomado talleres como el de reparación de electrodomésticos, fotografía, lenguaje de señas mexicanas y cocina. Adicionalmente, por su cuenta toma clases de guitarra por las tardes.
Además, se integró como colaborador de la empresa maquiladora Nifco de México, a la que reconoció por brindar empleo a personas con discapacidad. En su caso, valora la oportunidad para obtener ingresos económicos para contribuir en su hogar y adquirir herramientas para practicar su “hobbie”, que es la reparación de electrodomésticos.
Acepta que será un gran desafío combinar su nuevo trabajo con la asistencia a la Escuela de Artes y Oficios, de la que se dice agradecido porque le brindó la oportunidad de aprender diferentes actividades y hacer amigos, lo que le ayudó a alcanzar una meta más en su vida.
La vida de Javier Alejandro “Vaquero”, es un testimonio inspirador de perseverancia y determinación para superar con buena cara cualquier adversidad que se presente. Su historia es un recordatorio de que con esfuerzo no hay límites para lo que se desea lograr.