En un emotivo gesto de solidaridad y reconocimiento, la Dirección de Derechos Humanos del municipio organizó una cena de gala en el albergue Enrique "Kiki" Romero para conmemorar el Día Internacional de las Personas Migrantes, informó Santiago González Reyes, titular de la dependencia.

La cena tuvo como objetivo ofrecer un momento especial a aquellos individuos que, debido a diversas circunstancias, se encuentran en situación de movilidad, dijo el defensor de derechos humanos.

"En este contexto del Día Internacional del Migrante quisimos hacer algo que de alguna forma impactara a las personas en situación de movilidad, por ello les ofrecimos una cena con mariachis", destacó González Reyes.

La cena de gala se desarrolló en un ambiente cálido y acogedor, los comensales disfrutaron de tres tiempos que incluyeron delicias como espagueti a la boloñesa, pechuga cordón blue, puré de papa y pay de queso. 

González Reyes explicó que más allá de satisfacer sus paladares, la velada pretendía proporcionar un momento agradable y que ellos se sientan importantes, ya que a menudo enfrentan discriminación, rechazo y otras situaciones complicadas en su travesía migratoria.

La elección de acompañar la cena con la música del Mariachi no fue aleatoria. González Reyes explicó que la intención era compartir un pedazo de la rica cultura mexicana con los migrantes, permitiéndoles conocer y apreciar parte de las raíces y tradiciones festivas del país. 

El titular de Derechos Humanos destacó la importancia de conmemorar el Día Internacional de las Personas Migrantes, una fecha que se celebra cada 18 de diciembre en todo el mundo. Este día es una oportunidad para rendir homenaje a millones de individuos valientes que han cruzado fronteras en busca de mejores condiciones de vida. 

González Reyes subrayó la necesidad de reconocer y respetar los esfuerzos y contribuciones de quienes, a pesar de los desafíos, siguen buscando un futuro más prometedor.

El defensor de derechos humanos recordó la importancia de brindar apoyo continuo y respetar los derechos fundamentales de las personas migrantes. La cena de gala no solo representó un gesto solidario y simbólico, sino también un recordatorio tangible de la necesidad de empatía y comprensión hacia aquellos que buscan una vida mejor a través de la movilidad.